La digitalización que se está realizando en la actualidad en las empresas es sólo el comienzo. Ahora se trata de capturar datos para transformarlos en información útil que ayude en la toma decisiones. También permite facilitar la gestión mediante la automatización de tareas ayudando a una optimización en la utilización de recursos.
Sin embargo, las posibilidades no se quedan ahí. El uso de la inteligencia artificial (IA) será el siguiente paso tecnológico que pueda provocar una verdadera revolución empresarial e industrial. En un reciente estudio de la Comisión Europea se recoge que casi el 78% de las empresas conocen la existencia de esta tecnología y sus posibilidades.
En el caso de España, el 40 por ciento de las empresas encuestadas han implantado algún tipo de tecnología relacionada con la inteligencia artificial. A pesar de esto parece ser que existe cierta reticencia en el uso de la IA por ya que es una tecnología bastante costosa. Además, existen pocos profesionales formados sobre su uso y aún se cuestiona la fiabilidad de sus algoritmos.
Lo cierto es que la inteligencia artificial se usa de manera segmentada en las empresas para tratar datos determinados lo que puede ofrecer una visión distorsionada o incluso errónea. No existe una estrategia determinada y se crean expectativas a corto plazo poco realistas sobre su uso. Esto hace que no se aproveche esta herramienta de manera adecuada.
La estrategia IA requiere de un desarrollo a largo plazo
El verdadero reto de la estrategia IA en las empresas es asumir que supone una verdadera transformación que puede llevar tiempo. Lo primero que hay que establecer es un plazo realista para poder aprovechar al máximo el potencial de la inteligencia artificial. Este tiempo puede ser de hasta unos años hasta poder obtener los resultados deseados.
El segundo paso es establecer qué objetivos quiere obtener con la estrategia IA. Se puede usar para localizar nuevas líneas de negocio o para provocar el crecimiento de la productividad y los beneficios. En cualquier caso, debería ser una meta superior al mero análisis de datos.
Posteriormente, se debe analizar el impacto económico y los recursos necesarios para implantar la estrategia IA. Para que pueda ofrecer los resultados esperados, puede suponer una verdadera transformación en los procesos de su empresa que implique una inversión no sólo de dinero, sino también de tiempo y esfuerzo.
Usar la inteligencia artificial requiere un verdadero compromiso de los departamentos implicados. Es muy importante elegir los datos que alimentarán esta tecnología ya que eso dependerá su funcionamiento. Por eso debe ser información de calidad y que resulte verdaderamente útil para conseguir los objetivos.
Otros de los aspectos que también debe recogerse en la estrategia IA es si se debe usar esta innovación en el servicio al cliente o, incluso, en el producto final. Esta idea que puede parecer muy interesante requiere de un especial cuidado y seguimiento ya que puede diferenciar a tu negocio de la competencia.
La estrategia IA va mucho más allá de la implantación de una tecnología que ayude con los procesos de una empresa. Es una manera de afrontar los retos productivos y de negocio a largo plazo que puede proporcionarle resultados muy beneficiosos. Es algo vivo que necesitará de una revisión cada cierto tiempo para comprobar que se están cumpliendo las metas.
En Aratech le podemos ayudar a elaborar la estrategia IA adecuada para tu empresa. Te ayudaremos a que aproveches al máximo esta tecnología para conseguir las metas de su estrategia de negocio.